Este domingo, apenas pasadas las 9 de la mañana y con buen viento, los 35 competidores mejor rankeados del país entraron al agua para realizar las pruebas de slalon. En esta disciplina de velocidad pura se traza un circuito de 1.800 metros en el mar con cinco boyas y cuyo tiempo estimado de recorrido es de tres minutos.
Alberto Anido, director deportivo de la Asociación Argentina de Kitesurf, explicó que esta es una clase nueva “que estamos promocionando mucho porque va a formar parte de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 en Buenos Aires”. Además, agradeció al intendente de La Costa, Juan Pablo De Jesús, y al secretario de Turismo local, Rodrigo Torre, por apoyar esta actividad deportiva en La Costa, a la que calificó como “la catedral del kite en Argentina”.
Terminadas las pruebas de velocidad comenzó la competencia de estilo libre. En esta prueba, en una cancha marcada frente a la costa, grupos de tres atletas por turno realizan hermosas coreografías acrobáticas en las que puntúan la pericia en los giros o la espectacularidad de los saltos. “Un jurado evalúa las destrezas de acuerdo a parámetros internacionales de puntuación”, señaló Anido. El estilo libre reúne las categorías pro, intermedia, damas y junior.
Rocío Campos tiene 21 años y participa en las pruebas profesionales de kitesurf desde los 15, es de Mar del Plata y practica en Mar Chiquita. Mientras espera su entrada al mar, Rocío dice que está contenta con el buen viento que les tocó en Costa del Este y confía que estas condiciones lleguen hasta el final de la jornada, para que se puedan realizar todas las pruebas.
Ella ganó una competencia internacional en Dominicana y trajo muy buenos resultados para Argentina cuando compitió en Venezuela. Ahora, con toda esa experiencia sobre sus hombros, Rocío camina hacia el borde espumoso del mar, el viento infla su cometa que se eleva unos 5 metros sobre las cabezas de los espectadores, se calza la tabla en los pies y parte, veloz, hacia la boya que marca el inicio de su prueba de slalon.