Enmarcado en la Semana Mundial de la Lactancia Materna que comienza hoy miércoles 1 y se extiende hasta el martes 7, desde la Dirección de Promoción de la Salud de la Municipalidad de La Costa se ratifica el apoyo a la práctica y se recuerdan los beneficios de la leche materna para el desarrollo del recién nacido y de la madre tanto en el corto como en el largo plazo.
Desde el área, se adhiere al lema que impulsa en esta nueva edición de la campaña la Organización Mundial de la Salud: “La lactancia pilar de la vida”. En este sentido, se promueve de manera constante, e incluso se han brindado charlas, fomentando el amamantamiento. A través de la leche materna el bebé recibe todos aquellos elementos que necesita para tener un crecimiento y desarrollo saludables.
El calostro, como se llama a la primera leche de las puérperas de tonalidad amarillenta, constituye el mejor alimento que puede consumir el niño en sus primeros días de vida, ya que le otorga defensas para las infecciones más comunes.
La fácil digestión para el bebé y la higiene
Al mismo tiempo, es menester saber que la leche materna está adaptada a las necesidades y posibilidades del bebé y es por tal motivo que la digestión es mucho más sencilla en relación a cualquier otro tipo de leche. Asimismo, al provenir directamente de la madre, es más segura e higiénica.
El fortalecimiento inmunológico
Mediante su leche, la madre transmite los factores de protección o anticuerpos que protegen la salud del recién nacido de las enfermedades más frecuentes. Es que en ese primer trayecto de vida, los bebés no logran formar sus propias defensas.
Los bebés amamantados no solo sufren menos enfermedades infecciosas, sino que también tienen menos probabilidades de padecer en la adultez enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y cáncer.
El alimento exclusivo hasta los seis meses de vida
La recomendación es que los niños sean amamantados exclusivamente hasta los seis meses de vida cumplidos y que, a partir de esa edad, comiencen a introducir alimentos en su dieta diaria sin dejar de lado la lactancia materna. El ideal supone extender hasta los dos años o más del niño, la lactancia combinada con la ingesta de alimentos.
Protección de la salud de la madre
La lactancia materna protege del cáncer de mama y ovario, de la depresión posparto, la anemia, de la hipertensión, la osteoporosis y la artritis reumatoidea, y además colabora a la recuperación del peso anterior al embarazo.