El lavado de manos con agua y jabón resulta muy importante para la prevención del contagio de todo tipo de enfermedades, así como también lo es tener al día el calendario de vacunación nacional.
Es aconsejable la aplicación de la vacuna contra la gripe a los grupos de riesgo que incluyen niños de 6 a 24 meses, embarazadas, mayores de 65 años y personas con afecciones cardíacas, renales, pulmonares, o trastornos del sistema nervioso o inmunológico.
En la misma línea, se sugiere ventilar diariamente todos los ambientes y mantenerlos libres de humo, ya que el tabaco afecta a las vías respiratorias. La exposición al humo de tabaco está asociada a complicaciones respiratorias debido a que contienen metales pesados y sustancias cancerígenas.
Para los bebés se recomienda sostener la lactancia materna, ya que protege de las infecciones convirtiéndose en una aliada fundamental para la salud de los más pequeños. Los bebés junto a los niños, las embarazadas y los adultos mayores deben tomar recaudos especiales y estar alertas a los primeros síntomas de una infección para tratarlos a tiempo y evitar que se agraven.
Se sugiere también no automedicarse porque el consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, obstaculizando un diagnóstico correcto y agudizando el cuadro clínico.
Respecto a la gripe específicamente –causada por el virus de la influenza– se puede prevenir evitando el contacto con las personas que estén cursando el estado gripal. A su vez, es aconsejable utilizar pañuelos descartables y cubrirse la boca al toser.