Una vez más, el entorno natural del Vivero Cosme Argerich fue escenario natural que dio marco a la obra que protagonizaron los alumnos, una versión con la impronta propia de la escuela. Los estudiantes deslumbraron en dos funciones que albergó a más de tres mil personas que se acercaron a disfrutar de una excelente jornada artística.
En escena se pudo vislumbrar el trabajo final de los alumnos y docentes plasmado en la escenografía de diferentes niveles, varias coreografías, el vestuario, el maquillaje que caracterizó a los personajes increíblemente y la música que acompañó en vivo.
Una vez más la comunidad educativa de la Escuela Municipal de Bellas Artes demostró en la presentación de la obra de fin de curso que el trabajo mancomunado y el compromiso permiten que los alumnos se expresen a través del arte en todas sus formas.