En el Parador Municipal de Santa Teresita se llevó adelante la misión de liberación y devolución del espécimen a su hábitat natural. Junto a especialistas de la Fundación Mundo Marino y tras un período de rehabilitación, la tortuga fue ingresada nuevamente al mar.
Familias, niños y jóvenes disfrutaron con actividades recreativas que mantuvieron sintonía con la iniciativa concientizadora respecto al cuidado del medioambiente y de la fauna marina.
Presente durante el evento, el biólogo del Oceanario, Sergio Morón, realizó una serie de recomendaciones a tener en cuenta en caso de toparse con alguna especie de este tipo en las playas. “No hay que tocarlas, hay que dejarlas descansar, ponerlas arriba de un toallón mojado, darles sombra y no mojarles el espiráculo, que es el orificio por donde respiran”, contó.
“Hay que dejarlos tranquilos y esperar a que lleguen los especialistas que van a determinar qué hacer. Cuando uno encuentra algún ejemplar debe comunicarse con los centros de rehabilitación o con Prefectura, que son quienes dan aviso”, concluyó el biólogo.